Contar con labios de aspecto joven y voluminoso es un rasgo de sensualidad que hace a cualquier persona más atractiva. Con el paso del tiempo los labios se afinan y alargan.
En la actualidad es posible dar volumen y lograr los labios deseados de forma realmente sencilla e indolora, con la utilización de materiales y sustancias de primera calidad, y sin necesidad de cirugía de ningún tipo. Los resultados son visibles de forma progresiva, sin grandes cantidades ni cambios radicales.
Todo el proceso se efectúa bajo efectos de una anestesia superficial y, gracias al cada vez más habitual uso de cánulas con punta roma, son raras las complicaciones que se pueden destacar en el proceso.
Los métodos más utilizados son:

• El ácido hialurónico, que es el material preferente para este tratamiento, debido a la casi inexistente problemática que presenta su empleo.
• La grasa propia o el autocolágeno, que también es empleado con mucha seguridad.

En ocasiones solo se requiere perfilar los bordes o resaltar la propia mucosa (el bermellón) para tersar el labio con un aspecto juvenil.
Estas pruebas también pueden realizarse para otras partes del rostro como por ejemplo los pómulos.
Reducción: Se emplea en labios rellenados de otras épocas y que presentan un exagerado volumen total ó bien presentan nódulos parciales. Podemos corregir estos casos tanto con la infiltración de medicamentos reductores, como con mini cirugías de remodelación, las cuales presentan unos muy buenos resultados finales.
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